40 Horas de Adoración Eucarística.

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En la dulce y paciente espera de celebrar la fiesta de Corpus Christi, que mejor que hacerlo con 40 Horas de Adoración Eucarística, AdoremosAlSantisimo.org se une a la iniciativa de la Parroquia San Sebastián Mártir de Ayutuxtepeque en El Salvador de realizar una jornada de 40 horas de Adoración a Jesús Sacramentado.

En este mes de Junio, dedicado también al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo culto tiene una relación estrechísima con la Santa Eucaristía, nos permite el gozo de celebrar también al Sagrado Corazón de María. Esa Madre que estuvo al pie de la Cruz con su hijo Jesús, sufriendo y padeciendo junto a Él.

San Longino el soldado romano que tuvo en sus manos la Santa Lanza, no solo atravesó el Corazón de Jesús, sino también el de María, quien sintió en su alma el dolor de ver morir a su hijo por nuestros pecados, como se lo predijo Simeón, «y a ti misma una espada te atravesará el alma…» Lucas 2,35.
Sus Sagrados Corazones están íntimamente unidos para derramar sobre nosotros infinito amor y misericordia.

Demos gracias a Dios por su infinita bondad, tan inmensa que desea que todos gocemos de la vida eterna, en el paraíso de su casa en el cielo, donde la felicidad, la paz y la serenidad es plena y total.

Hay que preferir el Paraíso como decía San Felipe Neri, y disfrutémoslo desde ya en esta fiesta de Corpus Christi, con una preparación de 40 horas de Adoración a Jesús Sacramentado porque Cristo vivo está, presente en la Santa Hostia.

Se les exhorta hermanos a unirse a estas 40 horas de Adoración y a estar sintonizados espiritualmente desde cualquier lugar y capilla del mundo orando por la vida, las familias, los enfermos, los desempleados, la paz, los cristianos perseguidos, los religiosos, los Sacerdotes, el Papa Francisco, por todos los siervos del Señor, por aquellos hermanos más necesitados de la Misericordia de Dios y para reparar todas las ofensas que recibe el Sagrado Corazón de Jesús.

¿Qué es la Adoración Eucarística?
La adoración Eucarística es el acto de culto a Dios, mientras que El está presente en la Eucaristía consagrada.
http://www.adoremosalsantisimo.org/contenido/que-es-la-adoracion-al-santisimo/
La Adoración Eucarística se considera unida siempre a la Santa Misa, como prolongación de ella,

¿Qué hacer durante la Adoración Eucarística?

1. Lecto Divine (Lectura y meditación de la Santa Biblia, Oración y contemplación).
https://www.extensioncontemplativainternacional.org/about1-c1kxo
2. Liturgia de las Horas.
https://www.liturgiadelashoras.info/
3. Santo Rosario (Misterios Gozosos, Gloriosos, Dolorosos y Luminosos)
http://es.catholic.net/op/articulos/13325/cat/540/el-santo-rosario.html
4. Santo Rosario con dedicación especial por los enfermos.
http://www.elsalvadormisionero.org/node/284
5. Coronilla a la Divina Misericordia.
http://www.corazones.org/jesus/divina_misericordia_coronilla.htm
6. Alabanzas.

7. Leer biografías de Santos y hacer la oraciones que ellos recomiendan
https://www.aciprensa.com/santos/
8. Oración Centrante: «Nos sentamos cómodamente, cerramos los ojos, nos sosegamos, respiramos profundamente, invocamos al Espíritu Santo e introducimos la «palabra sagrada» como símbolo de nuestra intención. Al venir a nosotros y ser consientes de pensamientos o percepciones, repetimos la «palabra sagrada», para no dejarnos atrapar por ellos.
Así permanecemos 20 minutos, al concluirse el tiempo, oramos repitiendo solemne y lentamente la oración que Jesús nos enseñó: el Padrenuestro. Continuamos un par de minutos más, con los ojos cerrados.»
https://www.extensioncontemplativainternacional.org/about1-cjlp

Haz clic aquí para leer la Instrucción de la Conferencia Episcopal de El Salvador sobre el culto a la Sagrada Eucaristía fuera de la Misa

Para quienes deseen tener en sus Horas de Adoración una guía especial, pueden adquirir en las librerías católicas el libro «Mi Hora Santa Eucarística» del Padre Pedro García y utilizar los temas siguientes:
El Corpus Christi (P139)
He aquí el Corazón (P143)
Jesús, en el Corazón de la Madre (P271)

Agradezcamos a Jesús que se quedó con nosotros en la Santa Hostia para adorarle, glorificarle y darnos vida eterna.

Bendito sea Dios por los siglos de los siglos, ¡Amén!

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